Entrevista en el Magazine literario De lectura obligada (15-4-2013):

El naturalista y escritor castellonense Víctor J. Hernández se reafirma como un gran referente en Naturaleza

‘Diario de un naturalista’ es uno de los blogs de Naturaleza y medio ambiente más visitados e influyentes de nuestro país. Autor y coautor de más de treinta libros. En septiembre de 2013 estará disponible Tras las huellas de la fauna con Tundra Ediciones

La principal cualidad del naturalista es la curiosidad por todo cuanto le rodea y cómo esto se interrelaciona.

Si Eduardo Rodríguez Marín hubiese nacido en Francia, el Reino Unido, Estados Unidos o los Países Bajos sería considerado uno de los mejores artistas de Naturaleza del mundo, expondría en famosas galerías de arte y sus obras serían altamente cotizadas.

Para salvar al lobo ibérico debemos mostrar a la sociedad la realidad del lobo, liberándolo de tantos falsos prejuicios.

El apoyo de los lectores es el que ha permitido que una editorial independiente como Tundra Ediciones haya conseguido asentarse y siga creciendo a pesar de este largo y difícil temporal.

Por: Alberto Berenguer

Comenzamos la entrevista con una pregunta fundamental. ¿Qué cualidades debe reunir un naturalista y traductor del lenguaje de la Naturaleza?

Creo que descubrirlo es un proceso que me llevará toda la vida, un camino emocionante por el que avanzar, asumiendo que uno será siempre un aprendiz. Pero puede ya decirse que la principal cualidad del naturalista es la curiosidad por todo cuanto le rodea y cómo esto se interrelaciona, de ahí que la observación de los seres vivos y su ambiente, incluyéndonos a nosotros mismos, sea también punto de partida del pensamiento crítico. Si además la curiosidad forma equipo con la constancia, la paciencia y la voluntad, cuenta uno con una poderosa herramienta de conocimiento, que le facilitará muchas respuestas sobre el funcionamiento del mundo y sobre sí mismo; aunque también, o sobre todo, nuevas preguntas. En cuanto a traductor del lenguaje de la Naturaleza al de los seres humanos, es una vocación cuya realización ya me encantaría llegar siquiera a rozar y que parte del deseo de que haya realmente un encuentro, o mejor dicho, un reencuentro entre ambos. Sin duda, nunca la distancia entre la Naturaleza y los seres humanos ha sido tanta como hoy día. Estamos olvidando de dónde venimos, el mundo real al que pertenecemos y, sumidos cada vez más en una irrealidad paralela, virtual, apenas nos damos cuenta de que ese distanciamiento trae consecuencias: desde perdernos el maravilloso espectáculo cotidiano de la vida a padecer carencias de necesidades psíquicas y emocionales que solo encontrarán estímulo en nuestro hábitat natural, pasando por no desarrollar plenamente capacidades con que la evolución nos dotó para estar en contacto con la Naturaleza, o desconocer la repercusión de nuestras acciones y decisiones en el deterioro ambiental, quedando así a merced de quienes toman decisiones sobre la explotación de los recursos naturales sin importarles las consecuencias para nuestro futuro.

Las selvas, ríos, montañas, costas y desiertos de varios continentes han formado parte de su vida como naturalista. Se define también como viajero incansable, pero ¿qué lugar es el que más posibilidades le ha ofrecido de realizar sus trabajos?

De viajar y conocer tantos lugares aprendí que las diferencias entre mundos naturales y humanos apenas lo son en la apariencia. Que tras la diversidad de los paisajes, las comunidades o las culturas subyacen unos procesos, sistemas y fines elementales compartidos. De modo que pocas sentencias más ciertas que aquella de “conoce tu aldea y conocerás el mundo”. De hecho, mi aprendizaje inicial como naturalista se produjo en el triángulo formado en torno a mi localidad natal por la Sierra de Espadán, el Marjal de Almenara, sumando también la inmediata costa mediterránea y, algo más alejado, el altiplano y Sierra de Barracas-El Toro, además de en el propio pueblo y proximidades. Esos son los lugares que, por tenerlos tan a mano y durante tanto tiempo, me han ofrecido más posibilidades de aprender. Por eso, cuando alguien me dice que no se anima a introducirse en la observación o el estudio de la Naturaleza porque los grandes parques o espacios naturales le quedan lejos, procuro descubrirle que tiene todo un mundo por explorar en el parque urbano, en los alrededores de su población o incluso sobre los tejados. De hecho, las cacerías nocturnas de los grandes predadores de la sabana africana se reproducen cada noche a escala diminuta, pero hasta más intensa, entre los invertebrados de la hojarasca del jardín.

Su blog ‘Diario de un naturalista’ fue galardonado con el Premio Red Life 2012, una iniciativa que busca distinguir a las diez personas y organizaciones que más contribuyan a la conservación de la naturaleza. ¿Qué ha supuesto para usted este reconocimiento? ¿Por qué tuvo la necesidad de crear este espacio?

Este premio, junto con el Reconocimiento Ones Mediterránia a la Difusión y Sensibilización que me han concedido este año por la labor de divulgación desarrollada desde el blog y también por las publicaciones, han supuesto en primer lugar una sorpresa, pues parten de propuestas y decisiones de los jurados sin que yo hubiese presentado candidatura alguna. En segundo lugar han supuesto la toma de conciencia de que el blog estaba teniendo más repercusión de lo que yo creía. Para mí era y es una forma de compartir, de expresar algunas reflexiones, de contar algunas vivencias sencillas de mi contacto cotidiano con la Naturaleza, de ofrecer propuestas y recomendaciones para la observación y disfrute de la Naturaleza, de informar de actividades y nuevos proyectos al creciente número de personas que me escribían a partir de haber conocido alguna de mis publicaciones. Pero pensaba que las cifras de visitas eran las de cualquier blog personal, no me había detenido a mirar eso, y de pronto me dicen que se trata de uno de los blogs de Naturaleza y medio ambiente “más visitados e influyentes”. Sin duda los premios dan muchos ánimos para seguir adelante, pero, sobre todo, el estímulo esencial para continuar compartiendo es saber que a tantas personas les está siendo de utilidad.

Este año participa en The Big Year Spain 2013, ¿se podría considerar como un referente nacional, dentro de los concursos de naturaleza, por su trasfondo científico y conservacionista?

Bueno, digamos que participo a dos bandas. Por un lado, como un participante más, sumando especies a mis listas anuales de aves observadas. Por otro, como parte de la organización, que pusimos en marcha un reducido grupo de amigos. Todo surgió a partir del éxito de la película El Gran Año / The Big Year, entre los observadores de aves del país. La película se basa en un best-seller que narra la participación de tres observadores de aves en ese concurso clásico que tiene como objetivo obtener el récord de especies de aves identificadas a lo largo de un año en Norteamérica. Y a nosotros se nos ocurrió que podría ser buena idea lanzar una versión española para promover la observación de aves aquí, pero descargando el concurso de la competitividad del original y, además, orientándolo hacia la cooperación y la implicación en el estudio y la conservación de nuestras aves. Incluso, hemos introducido varias modalidades, como el Eco Big Year, que consiste en ver el mayor número de especies pero sin utilizar medios de transporte contaminantes (ni a motor ni eléctricos), a fin de concienciar sobre la necesidad de reducir el impacto de nuestra afición. La modalidad centrada en realizar las observaciones en un área local, de modo que también se reducen los desplazamientos. Y lo mismo con la modalidad de observación de aves desde casa, que está implicando a familias enteras, introduciéndose en la observación de aves incluso los niños. En ese sentido, también incorporamos la modalidad de observación de aves desde centros escolares, en la que hay ya buen número de colegios apuntados, en la cual alumnos y profesores participan colectivamente en conocer la diversidad de aves de su entorno inmediato.

Y hablando sobre el estudio de aves, resaltamos la gran labor que realiza SEO/BirdLife en la conservación de la naturaleza y la biodiversidad en España. Precisamente es coautor de El águila real en España y El halcón peregrino en España publicados por dicha organización en 2010. ¿A qué se debió esta coautoría?

De 2003 a 2011 fui el coordinador de los Programas de Seguimiento de Poblaciones de Aves de SEO/BirdLife en la Comunidad Valenciana, tanto de los programas de seguimiento de aves comunes (SACRE) y nocturnas (NOCTUA) como de la mayoría de censos de especies concretas. Me tocó la difícil etapa inicial de dar impulso a la implantación de los mismos, de formar a los participantes, de contribuir a generar metodologías, y conseguir poner en marcha una red de participación de voluntarios sin precedentes. Una vez alcanzados esos objetivos, y con cambios importantes en la situación familiar que me limitaban mucho el tiempo, junto con el inicio de nuevos proyectos didácticos, di por concluida aquella etapa. En las monografías del halcón peregrino y del águila real contribuí además de coordinando los censos y desarrollando trabajo de campo, como con muchas otras especies, escribiendo los capítulos correspondientes a la Comunidad Valenciana y a cada una de sus tres provincias.

La Editorial Planeta ha requerido su trabajo para publicar más de una decena de libros, entre los que encontramos El planeta azul, El hombre y el mar, Las arterias de la Tierra o América y Antártida. ¿Qué ha significado en su trayectoria profesional publicar asiduamente con la Editorial Planeta?
Principalmente me ha ayudado a desarrollar una dinámica de trabajo. Pues ha supuesto un estimulante ejercicio de autoevaluación de la capacidad de esfuerzo, de exploración de mis límites, de organización y de puesta a punto de la voluntad para lograr cumplir objetivos.

¿Cómo surgió la idea de mostrar la vida y naturaleza de los cinco continentes en distintos libros?

Fue una de las varias propuestas editoriales presentadas a Planeta, una aproximación más entre los diversos enfoques posibles. Primero hicimos la enciclopedia El agua y la vida y el año pasado salió publicada esta otra, Joyas de la Naturaleza, un recorrido continente a continente por los principales espectáculos naturales de la Tierra. Pero tan solo es uno de tantos proyectos que me gustaría llevar adelante. Lo sorprendente es que en la era de Internet ambas enciclopedias están funcionando muy bien. La de El agua y la vida se lanzó hace poco también en México y no sé por qué otros países andará ya, con la extensa red de delegaciones internacionales que tiene Planeta.

Con anterioridad comenzó publicando cuadernos y folletos de temática muy variada -zoología, botánica y medio ambiente- a través de GECEN, Grupo para el Estudio y Conservación de los Espacios Naturales. ¿Decidió inclinarse más por la ornitología a partir de estos trabajos o siempre ha sido muy pajarero?

Al principio siempre estuvieron los “bichos”, los animales en general con las aves incluidas y en lugar destacado. Luego, ante la evidencia de que había que mojarse y hacer algo, de que la Naturaleza era demasiado importante como para dejarla exclusivamente en manos de políticos y administraciones, vinieron la participación y fundación de organizaciones de estudio y defensa de la Naturaleza, y con ellas las campañas divulgativas y de sensibilización, donde folletos, boletines y carteles eran herramientas fundamentales. Es decir, que en realidad fue después, tras la primera etapa más zoológica (deslumbrado por insectos, aves y mamíferos primero), cuando amplié mis campos de interés. Por cierto, el término “pajarero”, aplicado al observador de aves a partir de la traducción del inglés “birder“, al principio, como a tantos otros observadores de aves veteranos, no me hacía mucha gracia. Porque pajarero siempre fue en nuestra cultura el cazador de pájaros, el silvestrista que los enjaula para adorno o concursos de canto, o el que los captura para consumo. Así está aún en el diccionario de la RAE: “persona que se dedica a la caza, cría o venta de aves”. Sin embargo, que se haya extendido tanto el uso de la palabra aplicado al observador de aves, sobre todo entre los jóvenes que empiezan, hasta desaparecer toda connotación referente a depredador de aves, creo que es muy buena noticia. Porque indica un cambio de conciencia generalizado muy importante.

Algunas aves ibéricas no habrán sido percibidas por su retina. ¿Qué ave le gustaría observar in situ?

Aves realmente ibéricas, nacidas aquí, ya vi todas las especies que nos quedan. Sí me falta alguna escasa pero que se puede observar regularmente en la península aunque provenga de tierras lejanas como el norte de Europa; ese es el caso, por ejemplo, del fulmar boreal. Pero todavía me queda mucho por observar incluso en las aves más comunes y abundantes: conductas, técnicas defensivas o de alimentación o de vuelo, despliegues nupciales, voces y comunicación visual, uso del espacio, subespecies y otras variantes, poblaciones en distintos ambientes, etc. y más etc.

Sin duda alguna, creemos que su mayor recompensa profesional llega de la mano de Tundra Ediciones, una editorial de naturaleza con poco presupuesto pero de alta calidad. ¿Cuál es el origen de la colección Cuadernos de Naturaleza Tundra?

Cuando hace pocos años nos mudamos al pueblecito de 600 habitantes en el que vivimos ahora, un niño de doce años me solía preguntar por los animales, y por las rapaces en particular. Me decía que algún día iría a verlas a los lugares remotos donde vivían, así que le conté que las tenía mucho más cerca, en el propio pueblo y sus alrededores. Que había cernícalos, mochuelos y lechuzas criando en algunos edificios, que las águilas calzadas llegaban a cazar en los tejados, que los ratoneros también eran frecuentes en invierno y que muchas otras especies nos sobrevolaban como parte de su territorio o bien durante las migraciones. Pero claro, le hacía falta un apoyo documental para comenzar a identificar especies y conocerlas un poco más. Los libros y las guías existentes eran demasiado técnicos o complejos, y muy caros si finalmente, aunque yo se los dejara, quisiera adquirir alguno. Así que me puse manos a la obra y en pocas semanas le regalé al chiquillo los dos primeros títulos de esta colección: Rapaces diurnas y Rapaces nocturnas. Sencillos, claros y asequibles. Y luego vinieron más.

Rapaces nocturnas. Introducción a las especies ibéricas, Huellas de animales. Introducción a las especies ibéricas, Setas y hongos. Introducción a las especies ibéricas o Aves acuáticas. Introducción a las especies ibéricas son algunos títulos de la anterior colección citada. ¿Dónde cree que radica el éxito de Cuadernos de Naturaleza Tundra con más de 30.000 ejemplares vendidos

Creo que en su sencillez, porque están escritos para todos los públicos y edades, y porque cada título condensa en un formato muy fácil de usar en el campo la información básica para introducirse en el mundo del grupo de especies que trata. Cada uno comienza con una vivencia personal real, evocadora de las emociones que despierta la observación de esas especies; y continúa con las generalidades del grupo, su estado de conservación, cómo observar estas especies, dónde encontrarlas o cómo contribuir a su conocimiento y conservación. A continuación, la mayor parte del espacio se dedica a las láminas de identificación con ilustraciones de gran calidad, gracias a la colaboración de artistas de Naturaleza tan sobresalientes como Eduardo Rodríguez Marín, Lluis Sogorb, Diego Ortega Alonso, Pau Oliver o un especialista como Francisco Serrano en el caso del cuaderno de hongos. También hay que destacar por su gran contribución al resultado final la labor de diseño y maquetación realizada por Patricia Méndez. Si a todo esto le unimos un precio muy reducido en comparación con las guías de campo clásicas, se comprende mejor la gran acogida que ha tenido la colección, tanto entre particulares como para su uso en cursos, actividades de educación ambiental e, incluso, de turismo de Naturaleza y rural.

Se han realizado varias reimpresiones de los cuadernos ya publicados, pero ¿encontrarán los usuarios modificaciones en las distintas ediciones? Si es así, ¿de qué tipo?

En las reimpresiones, que son las más numerosas, no hay diferencias, ni siquiera se indica que es una reimpresión. En las distintas ediciones, en cambio, sí las hay: en algunos títulos solo algunas correcciones o modificaciones, y en otros, como en la segunda edición del cuaderno de mamíferos carnívoros, cambios tan notables como la incorporación a las láminas de ilustraciones de las huellas de cada especie.

Otras colecciones específicas que dirige y edita actualmente en Tundra son Técnicas en Biología de la Conservación, Clásicos de Grandes Naturalistas y Monografías Zoológicas. ¿Cuál está funcionando mejor y qué libro destacaría de las tres colecciones?
La primera, la de Técnicas en Biología de la Conservación, es la que más solera tiene, pues fue con la primera que empezamos, ya en 2008. Cuenta ya con cuatro volúmenes publicados y con unos cuantos más en preparación a cargo de especialistas y grupos de especialistas en distintos grupos y metodologías. El último título, que está teniendo una gran acogida, es el Manual básico de fototrampeo. Aplicación al estudio de los vertebrados terrestres. Se trata de una colección dirigida principalmente a gestores, estudiantes e investigadores, con una clara finalidad formativa en conservación de la biodiversidad. Las otras dos colecciones acaban de estrenarse, cada una con un volumen publicado. Clásicos de Grandes Naturalistas ha comenzado su andadura con un volumen dedicado a la obra del eminente naturalista y filósofo norteamericano Henry David Thoreau. Este incluye una nueva traducción, que corrige errores de interpretación importantes de las traducciones al uso, de su famoso discurso “Sobre el deber de la desobediencia civil” -un tema muy de actualidad- y una extensa selección de citas de todo el resto de su obra, incluidos los textos póstumos. Por esta colección también han de pasar naturalistas imprescindibles como Darwin, Fabre, Hudson, Seton o Bates. La colección de Monografías Zoológicas, que es una colección de monografías científicas, se acaba de inaugurar con el volumen dedicado al turón europeo, un mamífero mustélido más amenazado de lo que se creía. Y cuenta en estos momentos con numerosos volúmenes en preparación por parte de los principales expertos en cada especie, que irán apareciendo tanto dentro de la Serie Ibérica como en la nueva Serie Neotropical.

En septiembre de 2013 estará disponible Tras las huellas de la fauna ibérica donde relata sus vivencias reales en su viaje de descubrimiento de la fauna salvaje ibérica, junto a las ilustraciones naturalistas de Eduardo Rodríguez Marín. ¿Por qué decidió adentrarse en este gran proyecto?

Por encima de todo, porque se trata de un trabajo conjunto de tres buenos amigos: Eduardo a los “pinceles”, Patricia Méndez con el diseño y maquetación, y yo con la palabra, con el que hemos disfrutado mucho juntos. Y porque admiro la maestría de Eduardo ilustrando prácticamente cualquier cosa, y especialmente los animales. Parece que tienen movimiento, que respiren, que vayan a salir corriendo o volando de un momento a otro. Nada como sus maravillosas ilustraciones para trasladar la emoción del descubrimiento de la fauna en su ambiente. Así que para mí es toda una alegría que su maestría en el arte ponga forma y color al relato de algunos de los momentos más especiales que he vivido con la fauna ibérica. De hecho, si Eduardo hubiese nacido en Francia, el Reino Unido, Estados Unidos o los Países bajos sería considerado uno de los mejores artistas de Naturaleza del mundo, expondría en famosas galerías de arte y sus obras serían altamente cotizadas. Pero estamos en un país donde el Wildlife Art todavía dista mucho de ser valorado en su justa medida.

Se sigue alzando la voz ante la problemática actual del lobo ibérico debido a la amenaza de la propia supervivencia de la especie. ¿Forma parte la portada de una reivindicación ante tales hechos?

Al lobo se le tiene declarada una guerra eterna desde el prejuicio, la ignorancia, los intereses económicos más o menos legítimos y la superstición, sumándose en los últimos años la picaresca, la corrupción e incompetencia institucional y el oportunismo político. Creo que nos equivocaremos si la defensa del lobo la planteamos desde la pura confrontación, si la reducimos a un mero espectáculo mediático, como si de un combate entre púgiles se tratase. Así sólo conseguiremos darle una patada al avispero; el problema es que mientras nosotros estamos a salvo, satisfechos con habernos desfogado, el que se va a llevar los picotazos va a ser de nuevo el lobo, que ya tiene bastantes encima. Pienso que el camino más adecuado va por la búsqueda de consensos, por la compatibilización cordial de intereses y la aportación de alternativas y soluciones, por desmontar con serenidad y de forma creíble los argumentos contrarios al lobo con información contrastada, científica; por seguir denunciando las afecciones al lobo y sus hábitats, la picaresca y las irregularidades en su gestión. Por mostrar a la sociedad la realidad del lobo, liberándolo de tantos falsos prejuicios. A esto quiere contribuir esa portada y el apartado sobre el lobo del libro Tras las huellas de la fauna ibérica.

Tundra Ediciones se materializó en plena crisis y sigue reafirmándose como una de las editoriales más potentes en el conocimiento y conservación de la Naturaleza. ¿Podría adelantarnos sus novedades más importantes en los próximos meses?

En un momento en que los libros se están convirtiendo desafortunadamente casi en un lujo para muchas personas, es muy de agradecer la gran acogida que están teniendo las publicaciones de este sello editorial. Ese apoyo de los lectores es el que ha permitido que una editorial independiente como Tundra Ediciones haya conseguido asentarse y siga creciendo a pesar de este largo y difícil temporal. A cambio se pone un empeño especial en seleccionar cada nueva publicación, en su desarrollo y edición, en reducir los precios todo lo posible para que las publicaciones puedan ser asequibles, que la cuestión económica no sea una barrera para la difusión de la cultura; de hecho, la editorial asume los costes de envío, que son gratis incluso para los pedidos internacionales. Para este año hay en preparación muchas novedades, tanto dando continuidad a las distintas colecciones en marcha como emprendiendo otras nuevas, así como adentrándonos es campos que nunca o tan apenas habíamos tocado hasta ahora. Todo ello con el fin de ampliar el universo cultural al alcance del lector en torno al conocimiento y conservación de la Naturaleza.

Estamos acabando ya la entrevista y nos gustaría conocer la manera de adquirir sus libros.

Mis publicaciones con Tundra Ediciones se pueden conseguir directamente de la editorial con gastos de envío gratis (http://www.tundraediciones.es/), en librerías y otros puntos de venta convencionales (a veces conviene indicar el distribuidor para la región: http://cort.as/3sTJ), en librerías online como Amazon, Casa del Libro, Iberlibro u Oryx. Las publicaciones y enciclopedias para Planeta se pueden comprar en el departamento de Grandes Publicaciones de dicha editorial. Y de alguna otra, como el libro 12 naturalezas mediterráneas, ya sólo quedan algunos raros ejemplares en lugares como Iberlibro.

Además, oferta cursos de formación especializados en observación, estudio, gestión y conservación de la Naturaleza, y salidas de campo guiadas por usted mismo. ¿Cree que hay una carencia importante en este aspecto en nuestro país y de ahí su involucración?
Me parece que en los últimos años hay una excelente y creciente cobertura de cursos y actividades de ecoturismo en buena parte del país. Con sus más y sus menos entre tanta oferta como va surgiendo, pero con vocación de ir profundizando tanto en calidad como en variedad y en ser conscientes de la necesidad de evitar afecciones por la propia actividad al medio y a las especies observadas. En turismo de Naturaleza sigue siendo prioritario poner por delante la salvaguarda y la tranquilidad de las especies y los lugares más sensibles, evitando siempre llevar a gente o difundir los lugares de cría y reposo de las especies amenazadas. En mi caso, las charlas, los cursos y las salidas guiadas, que durante años desarrollé dentro de asociaciones de defensa de la Naturaleza, surgen de nuevo a raíz de las numerosas peticiones que comienzan a llegarme a partir de mis publicaciones, del blog y de la explosión de las redes sociales, que facilitan enormemente que puedan contactar con uno. Informo de otros cursos y actividades, animo a participar en ellas, pero mucha gente me dice que le gustaría que la charla o el curso los dé yo, o que quieran acompañarme en mis salidas al campo. Es entonces cuando ofrezco esas posibilidades, siempre dentro del limitado tiempo de que dispongo.

El proyecto de extracción de gas natural en Doñana, la incapacidad de los políticos para gestionar los ríos en beneficio del bien común, el uso encubierto de paga y contamina, o la unificación de ministerios quedando el Medio Ambiente en un tercer plano son algunas evidencias de la poca concienciación ambiental entre nuestros mandatarios. En esta última pregunta, ¿qué acciones, en primera instancia, pondría en marcha para salvar nuestra biodiversidad?

Y todavía más: la reducción de la franja de protección de las costas a sólo veinte metros para permitir construir casi hasta el agua del mar, la descatalogación de espacios protegidos, la venta de montes públicos para hacer cotos de caza de explotación privada, el desmantelamiento premeditado de las energías alternativas para favorecer a las grandes eléctricas contaminantes propietarias de las centrales nucleares y térmicas, así como a los dueños del petróleo; el nuevo impulso a la cementación y destrucción de los ríos para promover obras y contratas camufladas de regulaciones; el apaño del catálogo de especies invasoras para favorecer el negocio privado con especies potencialmente destructoras del equilibrio de los ecosistemas, etc. pone en evidencia no sólo la nula concienciación entre nuestros gobernantes sino, lo que es peor, sus oscuros intereses económicos y su apuesta exclusiva por favorecer la depredación del territorio y del patrimonio natural común para que unos pocos (incluidos ellos mismos) se enriquezcan todavía más. Un suma y sigue a la depredación de la sanidad, de la educación, de los derechos sociales y laborales, de la cultura, de la libertad de expresión y de información, de la democracia en definitiva, que estamos padeciendo como nunca antes en este periodo supuestamente democrático. Las acciones para intentar frenar todo eso pasan por denunciar las ilegalidades y corruptelas y, sobre todo, por dar a conocer a la gente lo que está sucediendo, que la codicia enfermiza de unos pocos nos está arrebatando el presente y el futuro a nosotros y a nuestros hijos. Por entender que sólo nosotros, directamente y apoyando a los movimientos sociales, podemos cambiar el curso de los acontecimientos. Por que cobremos consciencia de nuestra importancia y de nuestra responsabilidad. Para que evitemos ser cómplices con nuestra voz y nuestro voto de los gobernantes y aspirantes a gobernantes que por acción u omisión son responsables de todo esto.